Vanier viajó durante 99 días por el Gran Norte canadiense, recorriendo en esas largas y agotadoras jornadas más de 8.500 kilómetros. Desde la costa del Pacífico a la costa del Atlántico. ¿Cómo logró hacer tan fabuloso recorrido? Muy sencillo: trabajando en equipo. Le acompañaron en esta «odisea blanca» un grupo de robustos perros, que tiraban del trineo sobre el que viajaban Vanier y todas sus pertenencias. Esta es, por tanto, la historia de uno de esos viejos exploradores que se enfrentan al frío, a la nieve y a la soledad extrema. Ya lo dijo Jack London: «Hombres que miran a la naturaleza a la cara».
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