Los exploradores de comienzos del siglo XX soñaban con alcanzar el Polo Sur. El escocés Roald Amundsen y el británico Robert Scott escogieron ese lugar para protagonizar uno de los enfrentamientos más apasionados, fascinantes y trágicos de cuantos ha vivido la historia de los viajes y los descubrimientos, una aventura que recoge «El último lugar de la Tierra».
El continente helado era una de las pocas regiones vírgenes del planeta, un mundo salvaje que parecía haber sido diseñado para no permitir la vida del hombre. En 1911 iniciaron su loca carrera por conquistar la Antártida.
Una empresa peligrosa que acabó con la vida de Scott y cuatro de su compañeros, que fueron engullidos por los glaciares tras un sinfín de penurias. Amundsen creyó haber alcanzado la gloria, pero la magnitud épica del drama vivido por su enemigo apagó su éxito. Los dos exploradores perdieron su batalla con el hielo.
En este libro se cuentan las hazañas de estos viajeros suicidas. La diferencia con las numerosas obras escritas con anterioridad es el rigor y la rigurosa investigación realizada por el autor, que logra desentrañar hasta los más íntimos secretos de una de las últimas grandes exploraciones protagonizadas por el hombre. Una aventura en estado puro.
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