En estos días de premios literarios trucados, ediciones putrefactas y escritores de medio pelo hay que dar gracias al cielo, y aún mejor a Editorial Pre-Textos, por poner a nuestro alcance un libro maravilloso. «El río» es el viaje en estado puro, el encuentro con la naturaleza, el hermanamiento con los pueblos que nos aceptan. Es una delicia larga y jugosa, un recorrido iniciático por una selva tropical que desaparece día a día, una visión limpia de un mundo que quieren ensuciar.
En 1941 un hombre llamado Richar Evans Schultes, más tarde director de Museo Botánico de Harvard, desaparece en la selva amazónica. Durante los siguientes 12 años de su vida se dedica a la exploración con mayúsculas: recolecta plantas, viaja por los ríos, se empapa de la sabiduría de las tribus que viven en ese gigante bosque... Tres décadas después Schultes envía a dos alumnos suyos a la misma región con una misión: investigar los pormenores botánicos de la coca, la «hoja de la divina inmortalidad». Uno de ellos muere, y el otro, Wade Davies, escribe un libro para rendirle homenaje.
«El río» es una aventura de más de 600 páginas. Y una defensa conmovedora de la selva, de lo salvaje y puro, de animales aparentemente diminutos y plantas en principio insignificantes. Literatura al aire libre.
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