Si hay algo que caracteriza a Australia, más allá del tópico de los canguros, son las grandes distancias, «recorrer 300 kilómetros para encontrar un bar con bebidas frías», asegura el escritor Xavier Moret, que acaba de publicar su libro «Boomerang. Viaje al corazón de Australia».
Moret debutó en la literatura de viajes con «América, América. Viaje por California y el Far West» pero, según dijo en la presentación de su último libro (editado por Península en castellano y por Empúries en catalán), «en \\\'América...\\\' trataba de recuperar la memoria de una generación formada con las películas y la música californianas, pero con este libro me he sumergido en un país que, más allá de los tópicos, es poco conocido en Europa».
En Australia, dice Moret, que recorrió el país en el verano de 1999, «todo es descomunal y la naturaleza lo invade todo, incluso la ciudad de Sydney, mitad europea mitad norteamericana, con su inmensa bahía y sus enormes parques que te dan la sensación de que no estás en una ciudad».
Pero Xavier Moret no ha querido perderse por las grandes distancias y trufa su libro de pequeños detalles, de auténticas paradas viajeras en las que retrata un poblado minero, una ciudad hippy o los restos de la selva tropical australiana que conoció el capitán Cook cuando llegó a Australia.
Su experiencia australiana lleva a Moret a decir que «si América fue el nuevo mundo, Australia es el novísimo; si alguien quiere empezar de nuevo, no hay duda de que es el lugar ideal para hacerlo porque allí se encuentra la nueva frontera».
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