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Javier Reverte es un escritor con oficio que, en la madurez de su carrera, ha tenido la habilidad y la suerte de acertar con dos libros de viajes impecables. «El sueño de Africa» y «Vagabundo en Africa» nos presentaron a un autor riguroso, serio y eficaz que, sin grandes aspavientos estilísticos, con un lenguaje recio y una estructura narrativa basada en constantes referencias históricas, da en el blanco y se convierte en un autor de éxito.
Con «Trilogía de Centroamérica» Reverte cambia el tono de sus palabras, pero mantiene las claves de su literatura de viajes.
«Trilogía de Centroamérica» recopila, en un solo tomo, tres novelas publicadas entre 1986 y 1992 que actualmente se encontraban descatalogadas: «Los dioses debajo de la lluvia», «El aroma de copal» y «El hombre de la guerra». Nicaragua, Guatemala y Honduras son los países donde se desarrollan estas tres historias que, pese a ser aparentemente independientes, coinciden en la geografía y en el enfoque humano.
Reverte es un reportero humanista. No puede desprenderse de estas dos características, tan fuertes como su capacidad narrativa. Por eso plantea cada linea que escribe como una defensa apasionada de los débiles, los pobres y los desheredados. La diferencia, la enorme diferencia, es que en esta ocasión no se ha ceñido a la dictadura de la historia, pudiendo crear sus propios personajes. Esa libertad se traduce en riesgo. Porque no siempre la ficción supera a la realidad. En estas páginas las descripciones son más personales, los paisajes aún más idílicos y los diálogos, largos y creativos, dan las claves que antaño ofrecía la memoria. Reverte continúa reivindicando su absoluta necesidad de viajar, pero ahora desde un punto de vista más cálido e imaginativo «No me reconozco en muchas de sus páginas», dice el autor en el prólogo.
Pero que no se asusten sus numerosos seguidores, porque en el párrafo siguiente asegura que «aunque hay algunos libros de mi pasado que nunca querré recuperar, estas tres novelas siguen gustándome».
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